Dolores Ibarruri. La pasionaria. Inés y la alegría. Almudena Grandes.

Estoy leyendo el libro Inés y la Alegría de Almudena Grandes. No llevo mucho, pero me ha sorprendido.

Me regalaron el libro, y cuando vi que trataba sobre la guerra civil, la posguerra, milicianos, amor, pensé que no sabía si me iba a interesar, si me iba a gustar. Buscando opiniones por internet vi que pesaba un kg, y todavía se me hizo más cuesta arriba. Además había leído un libro de esta escritora y no terminó de convencerme (Los aires dificiles). A pesar de que sus artículos y todo lo que había visto de ella me había parecido interesante.

El tema es que después de leer Los olivos de Belchite de Elena Moya me he quedado con intriga sobre ese periodo de España que no deberíamos olvidar. De esa república que nos hizo salir de la edad media, aunque no les dejaron avanzar más. Pero lo que hicieron sirvió y mucho, quizá la educación y la cultura que ahora tenemos se gestó en ese periodo tan corto.

Empiezo a leer Inés y la Alegría y empieza a contar que Dolores Ibarruri, la pasionaria, a la edad de 42 años estaba enamorada de un hombre más joven que ella, Francisco Antón de 25 años. Ella estaba casada pero se enamoró de esta otra persona. Cuando tuvieron que salir de España porque se expulsaron a los componentes del gobierno republicano y su partido, ella seguía enamorada de su amante. Y cuentan en el libro que cuando estaba en Rusia Dolores habló con Stalin para que consiguiera sacarle de un campo de concentración.

Como decía la canción el amor no entiende de edades, sexo ni condición.

Recuerdo que de joven, adolescente, conseguí un póster de La pasionaria. Lo colgué en mi habitación. Llegó un tío mío, rico, y cuando vio este póster me dijo que esa mujer había sido una puta, que se había acostado con muchos soldados.

Yo no quité el póster.