Me cuenta mi hija de 12 años que una amiga suya del cole le ha contado que a su abuela se le murieron dos mellizos. Y que han abierto la caja de uno de ellos y está vacía.
Al día siguiente me dice mi hija que le ha dicho su amiga que le ha dicho su padre que no lo cuente por ahí. Y mi hija me lo cuenta.
Le digo que encima que han ocurrido hechos horribles y monstruosos en el tema de niños robados desde la guerra civil y hasta los años 80 en España, encima hay que callarse. Y sentir una mezcla de vergüenza e impotencia porque se murió un recién nacido sin poder hacer nada. Y ahora resulta que pudo haber 300.000 niños que fueron robados, que en 300.000 casos se lucraron personas (parece que médicos y monjas) haciendo esto. Ahora sientes más impotencia porque pudo pasar que no muriera sino que alguien se aprovechó y no le importó hacer un daño tremendo.
Y esa gente se enriqueció de esa manera. Se pagaba por un niño entre 50.000 y 150.000 pesetas por un bebé.
Y pienso en que tiene que haber nombres, doctor García Vela, Sor Juana Alonso, doctor Botella Llusiá.
Especial El País: Vidas Robadas. http://www.elpais.com/especial/vidas-robadas/
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