lunes, 2 de mayo de 2011

Una mujer.

Ayer fui al tanatorio, nos avisaron que había muerto la hermana de un amigo. Tenía 49 años, deja un hijo de 20 años y una hija de 15. También su marido. Era profesora.

Parece ser que hace unos 15 días se empezó a encontrar mal, tenía molestias en el estómago. Fue al médico y al empezar a mirar parece que tenía cáncer y que estaba extendido por todo el cuerpo. No podían hacer nada. El viernes por la noche a las 2 de la madrugada se despedía de su hermano en el hospital 'Mañana nos vemos'. A las 3 de la madrugada les avisaron que había muerto.

En esos 15 días, me contaban, que había sido un ejemplo para todos, por su entereza, por sus mensajes y por su actitud. Les dijo que por favor arroparan a sus hijos, que ella había tenido mucha suerte y había vivido bien. Había trabajado en lo que quería, había tenido una buena familia y había sido feliz.

Había ayudado lo que había podido, incluso en donde trabajaba se enorgullecía de que había conseguido hacerse amiga de la profe de matemáticas, que no tenía más amigos. Los que me contaron valoraban que era una persona que hablaba con todo el mundo, que la gente le contaba sus problemas, que se hacía de querer.

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