jueves, 30 de junio de 2011

10 euros. X culpa d mi madre

Voy siempre en transporte público. Unas cuantas horas que vienen bien para leer.

Ahora, en verano a veces voy en coche. Esta mañana estaba parada en un semáforo cerca de Príncipe Pío y una mujer joven se ha acercado. Puede que fuera de los países del este. Estaba desaliñada, los dientes en mal estado y la ropa vieja. Iba también un hombre, también joven. Se ha acercado la mujer y se ha puesto a limpiar el parabrisas, le he dicho que no lo hiciera. Me he acordado que no llevaba dinero suelto. He mirado en el monedero y tenía 5 céntimos y 2 billetes. Cuando se ha acercado le he enseñado los 5 céntimos y le he dicho que no tenía dinero para darle.


Ella me ha dicho que mañana se lo dé. Y ha seguido limpiando la otra parte del cristal. Incluso una mancha de caca de paloma he visto como insistía en limpiarla. Ya se iba y la he llamado y le he dado el billete de 10 euros.

Se ha puesto muy contenta, me ha dado las gracias con alegría. Y sonreía. Con los dientes estropeados.

Y a mí se me han saltado las lágrimas. He arrancado el coche y me he emocionado. Esta mujer tiene una vida muy difícil. Nadie se merece tener que pedir para vivir. He pensado en que lo he pasado mal con dos muelas últimamente y en cómo lo puede estar pasando, en que les será difícil salir de esa situación.

He pensado que nunca he dado una cantidad de dinero tan alta. Pero me he sentido muy bien por haberlo hecho.

También he pensado que la culpa es de mi madre. Siempre cuando había alguien pidiendo les daba algo, poco dinero, pero algo. Siempre con dignidad para quien pedía. Y yo no lo puedo evitar, si alguien pide les doy un poco de dinero. Si tienen una situación tan mala como para pedir pienso que hay que ayudar aunque sea un poco.

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