jueves, 24 de febrero de 2011

Los olivos de Belchite (II)

He leído este libro, cuando iba terminándolo cada página que pasaba me daba pena, porque me quedaba menos para terminarlo. Puede que sea uno de los libros que más me hayan gustado en mi vida.

Se junta una narración muy buena, con unas historias paralelas y cruzadas muy interesantes de unos personajes que se acercan mucho a la realidad. Además cuenta una serie de cosas de nuestra historia más cercana que no conocía, o que había olvidado.

En uno de los hilos se habla de tres generaciones de mujeres de una familia. La abuela Basilisa, la madre Conchita y la hija María. La abuela Basilisa se crió antes de la guerra civil española. Conoció la República. La madre Conchita se educó en un colegio de monjas donde estudiaban entre otras cosas economía doméstica, costura, hogar, cocina y así unas diez asignaturas. Y la hija María criada en tiempos más actuales.


De ahí se cuentan montones de cosas y cuánto cambió la educación para esas generaciones. En algún sitio se dice que en la República las niñas y mujeres jugaban al fútbol y que en la posguerra fue algo que se nos quitó. En la posguerra una bicicleta no era para niñas. Otra cosa que cuentan y yo no sabía es que en la república se contrataron a 8000 maestros para que la educación fuera para todo el mundo, no solo para los que tenían dinero. Después de la guerra civil se echó a esos maestros o se les mató, y la educación pasó a manos de la iglesia.

Conchita sufrió una represión tremenda como las mujeres de esa época. Época en la que una mujer no podía viajar si no tenía permiso de su marido. Una mujer no podía abrir una cuenta bancaria. Estaba permitido que se pegara a una mujer, no era delito. Además se las obligó a dejar sus trabajos en fábricas y talleres, se las indujo a educarse en el servicio al marido. Conchita es, como tantas mujeres de su tiempo, víctima de una represión salvaje. Y luego a su vez ella también genera represión. En un momento dado le dice a su hija que no diga la palabra 'lesbiana' que es una palabrota. Eran o son mujeres que se las educó para tener casas impecables y que no tuvieran ninguna otra tarea. Mujeres dedicadas a sus familias, nada más. No se las enseñó a disfrutar de cosas pequeñas, a buscar la felicidad. Eran mujeres que se les dijo que buscaran un marido con dinero, no se les decía que se enamoraran.

Hace poco hablando con unas amigas decíamos que los niños hoy no estudian a Franco y lo que fue la República y todo el periodo de dictadura. Han sido 40 años de nuestra historia y se han borrado de un plumazo.

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