lunes, 9 de agosto de 2010

Cancer de Colon. Prevención.

Cancer de colon y recto cada vez más frecuente

Nada como la prevención
Se requiere seguir dos medidas básicas para evitar el desarrollo o evolución del cáncer colorrectal y sus desagradables consecuencias: cuidar la alimentación y asistir a revisiones periódicas de acuerdo al grupo de riesgo al que se pertenezca.



Respecto al primer punto, el Dr. Jalife Montaño explica que aunque se recomienda el consumo de alimentos con vitaminas A, E y C, los estudios científicos no han arrojado conclusiones definitivas; en cambio, "el único producto que ha mostrado resultados positivos como factor preventivo es la fibra proveniente de productos vegetales (avena, lentejas, almendras, maíz, chícharo, zanahorias, calabaza, brócoli, guayaba, mango, higos, ciruelas y uvas), concretamente cuando se ingieren entre 25 y 30 gramos al día, lo que equivale a 1 o 2 platos de cereal".

De acuerdo al especialista, los pueblos africanos presentan el índice de cáncer de colon más bajo del orbe, pero también la cantidad de fibra en dieta más alta. A través de esta observación se han realizado estudios y en la gran mayoría se ha determinado que este tipo de carbohidratos tiene efecto protector para la salud. También destaca que es útil sustituir las harinas refinadas por integrales y cambiar el azúcar blanca por la que es morena o moscabado.

En contraparte, recomienda eliminar la comida rápida, rica en grasas, y las carnes asadas (fuente de numerosas toxinas), así como los productos elaborados en aceite que se fríe continuamente. Pero, además de esto, indica que "los alimentos se deben masticar varias veces y despacio, pues es menos agresivo para el tubo digestivo procesar algo bien molido y mezclado con saliva y jugo gástrico. Comer rápido es un factor irritante que tarde o temprano genera alteraciones en colon y recto".

En cuanto a los estudios de detección, el coloproctólogo afirma que todavía hay mucho miedo para someterse a revisión, sobre todo en hombres. Sin embargo, explica que "una rectosigmoidoscopia tarda entre 5 y 10 minutos, y aunque su preparación es un poco molesta porque tiene que vaciase la parte final del recto y colon con ayuda de un laxante, es un contratiempo mínimo si se le compara con los problemas derivados de la quimioterapia o la colostomía, sin considerar que al no recibir atención el desenlace suele ser fatal".

Por ello, concluye: "Es absurdo correr un riesgo tan alto sólo por no dejarse revisar, sobre todo porque quien padece las consecuencias de una enfermedad así no es sólo el paciente, sino también su familia".

No hay comentarios: